La Biblia, ha marcado la historia de nuestra nación y de muchas otras en el mundo, hemos sido profundamente beneficiados con cada escrito recogido en sus 66 libros, entendiendo que es la Palabra de nuestro Señor.
En nuestro país, el 18 de septiembre de cada año, celebramos nuestra independencia nacional y el surgimiento de una patria libre y soberana. De igual forma en este mes, los Evangélicos y Protestantes, conmemoramos el mes de la Biblia. En la Palabra de Dios, encontramos lo necesario para vivir de una forma que agrade a nuestro Salvador.
La Biblia, es fundamental en el diario vivir de un cristiano, en ella encuentra el sentido a su existencia y lo preciso para enfrentar cada etapa de su vida, en el ámbito personal, familiar y como miembro de una sociedad.
En las Escrituras, encontramos el sacrificio más importante para la humanidad, que fue realizado en la Cruz del calvario, ejecutado por nuestro Señor Jesucristo, quien murió, por nosotros, para perdonar nuestros pecados y resucitar al tercer día, de forma gloriosa venciendo a la muerte, prometiendo una vida eterna para los que creemos en él y lo hemos aceptado como nuestro Salvador personal.
Este sacrificio sobrenatural, que relata la palabra de Dios, nos proporciona, una verdadera libertad, que no está, sujeta a circunstancias terrenales, sino a la voluntad perfecta del Creador. “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará
libres” San Juan 8:31 – 32.
Como Iglesia Evangélica y Protestante en Chile, celebramos cada 26 de septiembre, recordando el año 1569, en cuya fecha se concluyó la impresión de la Biblia en español llamada la “Biblia del Oso” (en su portada aparece un oso comiendo miel de un panal). Fue traducida por Casiodoro de Reina, y en esa oportunidad se imprimieron 260 ejemplares en Basilea, Suiza. Esta traducción, que posteriormente fue revisada por Cipriano de Valera en 1602, dio origen a la famosa versión «Reina Valera», tan reconocida y amada por los evangélicos hasta hoy.
La Biblia del Oso fue la primera traducción completa en español, traducida desde los idiomas de los manuscritos originales (hebreo, griego, arameo). Traducciones previas de la Biblia eran desde la Vulgata Latina. También hubo porciones desde los idiomas originales.
Qué han dicho algunas celebridades en relación con la Biblia, cuyo contenido enriquece el espíritu, alma y fortalece el cuerpo.
Mark Twain, Escritor Estadounidense: “A la mayoría de las personas le preocupan los pasajes de las Escrituras que no comprenden, pero los que me preocupan a mí son los que sí comprendo.”
Abraham Lincoln, Presidente N°16 de los Estados Unidos: “Estoy ventajosamente ocupado en la lectura de la Biblia. Del contenido total de este libro razona lo que puedas y el resto acéptalo por fe, y vivirás y morirás siendo un hombre mejor”. Con él se abolió la esclavitud en su país.
Soren Kierkegaard, Filósofo y Teólogo, Dinamarca: “Cuando lees la Biblia debes decirte constantemente a ti mismo, él está hablándome a mí y acerca de mí”.
Cecil B. DeMille, Productor y Director de Cine, EE.UU : “Después de más desesenta años de lectura casi diaria de la Biblia, nunca dejo de encontrarla nueva y en sintonía maravillosa con las cambiantes necesidades de cada día”.
Charles Dickens, Escritor, Inglaterra: “El Nuevo Testamento -llegó a declarar- es el mejor libro que el mundo ha conocido o conocerá”.
John Quincy Adams, Presidente N°6 de los Estados Unidos: “El primero y casi el único libro que merece atención universal es la Biblia. Hablo como un hombre de mundo…. y te aconsejo: Escudriña las Escrituras”.
Isaac Newton, Físico, Teólogo, Inventor, Alquimista y Matemático, Inglaterra: “Encuentro más indicios de autenticidad en la Biblia que en cualquier historia profana.”
George Washington, Presidente N°1 de los Estados Unidos: “Es imposible gobernar rectamente al mundo sin Dios y sin la Biblia”.
Gabriela Mistral, Poetisa, Diplomática, Profesora y Pedagoga, chilena : “La Biblia es para mí el libro. No veo como puede alguien vivir sin ella.”
Helen Keller. Escritora, EE.UU: “La Biblia es para mí una profunda y reconfortante sensación de que las cosas que se pueden ver son temporales y las cosas invisibles son eternas”.
Napoleón Bonaparte, Emperador, Francia: “La Biblia no es un mero libro, sino una creación viviente, con un poder que vence a todo cuanto se le opone.”
Immanuel Kant, Filosofo, Alemán: “La existencia de la Biblia como texto para el pueblo es el más valioso bien que posee el género humano. Todo intento de menospreciarla constituye un crimen contra la humanidad.”
David Livingstone, Médico, Explorador y Misionero, Reino Unido : “Todo lo que soy lo debo a Jesucristo, que se me ha revelado en su libro divino.”
Rosa Parks, Activista , por los Derechos Civiles en Estados Unidos : “Todos los días antes de la cena y antes de ir a los servicios en la iglesia, mi abuela leía la Biblia para mí, y mi abuelo oraba. Incluso teníamos devocionales antes de ir a recoger algodón en los campos. La oración y la Biblia se convirtieron en una parte de mis pensamientos cotidianos y creencias. Aprendí a poner mi confianza en Dios y a buscarlo con toda mi fuerza.”
Nuestra memoria nos debe recordar el vínculo perfecto entre la Biblia y el surgimiento de nuestra joven Patria. En 1818 llegó a Buenos Aires el pastor y colportor escocés, Diego Thomson, quien inició una serie de viajes desde la Argentina hasta México y las Antillas. Thomson, no solo abastecía de grandes cantidades de Biblias, sino que también establecía las llamadas: “Escuelas Lancasterianas”, las que se caracterizaban porque el texto principal que se usaba era la Biblia.
Las “Escuelas Lancasterianas” llegaron a gozar del apoyo de los libertadores: Simón Bolívar, José de San Martín y Bernardo O´Higgins. El pastor Thomson, fue el primero de una larga lista de colportores intrépidos que contribuyeron tanto al nacimiento como al desarrollo de la obra evangélica en América Latina.
En el año 1821, Diego Thomson, visita a Chile siendo recibido personalmente, y con mucho afecto, por don Bernardo O’Higgins. Luego de su fructífera labor en nuestro país, O’Higgins le otorga carta de ciudadanía chilena.
Otro punto relevante lo constituyó el vínculo establecido entre don José Miguel Carrera y el primer cónsul norteamericano, J. Roberts Poinsett de quien recibió conocimiento de las Sagradas Escrituras; este cónsul presbiteriano llegó a ser uno de sus más importantes amigos y consejeros. Cuando Carrera estuvo en los Estados Unidos, buscando ayuda para continuar con la independencia, fue recibido por su consejero Poinsett y asistió a la iglesia que el cónsul pastoreaba.
En Chile, los primeros cultos evangélicos en inglés se iniciaron en el año 1825 en Valparaíso, por el pastor Thomas Kendall. Se efectuaron en forma privada en el Consulado Británico, bajo el ritual anglicano. Por la fecha de los acontecimientos y su relevancia, también debemos traer el recuerdo de los primeros colonos alemanes, en 1852 llegaron a Chile los primeros colonos alemanes los que formaron una colonia en Llanquihue. Todos ellos motivados por Vicente Pérez Rosales (siendo presidente don Manuel Montt) quien había viajado a Alemania buscando personas para colonizar el sur de Chile. Lo anecdótico del caso es que, salvo una persona, todos estos primeros colonos, eran Protestantes. Ellos constituyeron una importante base para el desarrollo del protestantismo en Chile, hombres y mujeres, dependientes de Dios y estudiosos de las Escrituras.
El Obispo Francisco Samuel Anabalón Duarte, al momento de aprobarse la ley 19.638, señaló “Las leyes no cambian los corazones. Nuestra misión es cambiar los corazones de los seres humanos´” Sin duda, que hace referencia al poder trasformador que produce la Palabra de Dios en la vida de la persona.
“Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender,
para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente instruido para toda buena obra”. 2 Timoteo 3:16–17.
Firmes y adelante…
Bendiciones.
Autor:
Pastor Matías Sanhueza Fernández.
Director del Centro de Documentación, Archivo y Biblioteca,
CEDAB – Iglesia Pentecostal Apostólica, IPA.
Miembro de la Corporación Patrimonio Histórico y Militar de Chile / Miembro de la Sociedad
Chilena de Historiadores.
Fuentes:
https://es.aleteia.org/2020/04/23/famosos-que-descubrieron-en-la-biblia-un-libro-transformador
https://iglesiabiblicalascondes.cl/reunion-oracion/la-presencia-de-la-biblia-en-los-albores-de-la-patria/
https://www.onar.gob.cl/mandatario-asiste-a-servicio-funebre-del-obispo-francisco-anabalon/
Escribir comentario